"...Malraux escribe en uno de sus libros -publicado en la época en que ya no era "el escritor favorito en la corte de De Gaulle, Su Majestad parvenu"- que el ser humano se muestra propenso a pensar, durante toda su vida, que guarda en su interior algún "gran secreto". Sin embargo, ésta es una gran equivocación: el ser humano no es "el Polo Norte, lo Secreto, lo Extraño" como afirmaba Ady, lamentándose, sino un puñado sucio o un montón miserable de secretos insignificantes. El ser humano intenta, durante toda su vida, salvaguardar y mantener en su interior esos secretos insignificantes, con un sentimiento de devoción fervorosa, crispada y demente, sin que ello tenga sentido alguno, puesto que acabará por descubrirse -en el momento de la muerte o incluso antes- que no había ningún gran secreto. Tan sólo teníamos secretos insignificantes, unos residuos que hubiésemos podido mostrar a los demás y que no valía la pena esconder"
No hay comentarios:
Publicar un comentario