viernes, 27 de mayo de 2011

Recordando a Rick Wakeman

Igual, que los de "Que se vayan todos", desempolvo una nota del baúl de los recuerdos sobre el concierto de Rick Wakeman en el año 2000 mientras me preparo para la venida de Yes y Asia. Ésta salió en el primer número de "Paradigma" el boletín  electrónico que sacamos Juan Carlos Araujo y yo cuando estábamos en CECISO (Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales) en la Universidad Católica Andrés Bello.

El pasado  sábado 23 de septiembre, los melómanos caraqueños tuvimos la oportunidad de presenciar el excelente peformance de Rick Wakeman y su banda en el anfiteatro del Sambil a las  8:00 pm.
            El concierto, que anteriormente fue pautado para el jueves 21 de septiembre a la misma hora, fue suspendido en el último momento. El mismo Rick Wakeman pidió el plazo en vista de que los teclados analógicos fueron afectados por las lluvias que cayeron en la tarde.  Sin embargo, él y su banda se quedaron en el anfiteatro un buen rato firmando autógrafos y dando explicaciones a los fanáticos desilusionados. Muchos de nosotros experimentamos  una desagradable  sensación de dejá vú, al tener que pasar por segunda vez por  la suspensión de un concierto en el Centro Comercial Sambil: el primero fue el pésimamente organizado concierto de Gustavo Cerati el viernes 26 de noviembre de 1999 .
Con Wakeman en el entonces recién inaugurado Esperanto del San Ignacio
 Valió la pena esperar.  El grupo telonero fue “Jungla Vertical”, proyecto musical paralelo al grupo Témpano  que fusiona el rock progresivo con el jazz, los ritmos latinos y la fusión, con Giuglio Cesare Della Noce en los teclados, Miguel Ángel Echevarreta en el bajo (ambos son integrantes del grupo Témpano), Leonardo Córdova en la batería y Sandro Bassi y Carlos Rojas en las percusiones.  Tienen futuro los muchachos. La presentación del concierto estuvo a cargo del señor Pedro Castillo quien exaltó la generosidad y  caballerosidad del señor  Wakeman. Una cosa que ha sorprendido a todos los fanáticos ha sido comprobar la buena disposición de Wakeman  para dar autógrafos y entablar conversaciones con ellos a pesar del agotamiento físico. Llegaron el lunes a la siete de la mañana y no pararon desde entonces: ruedas de prensa, la grabación del programa “Ni tan tarde”, transmitido el miércoles 20 de septiembre, encuentros con los fans en la librería Boards, en CD City y el recién inaugurado Esperanto del San Ignacio. El viernes asistieron a su cita en el Foro de Valencia para luego llegar el sábado a las cuatro de la mañana a la ciudad de Caracas.
 El concierto empezó a las nueve y media de la noche y terminó a las doce. Los temas interpretados fueron escogidos por los fans a través de internet. La mayoría fueron extraídos  de los discos “Las seis esposas de Enrique VII”, “Viaje al centro de la tierra” (inspirado en el libro homónimo de Julio Verne),  “Retorno al Centro de la Tierra” y “Mitos y Leyendas del Rey Arturo y los Caballeros de la mesa redonda”.
 Para el primer acto, Wakeman vistió una capa negra que emulaba a la de los jedis de Star Wars. Su hijo Adam, quien estaba también en los teclados, permaneció descalzo durante y después del concierto y causó bastante alboroto cuando se subió a una de las torres de iluminación. Hubo varias sorpresas en el programa, incluida una excelente versión de “Eleanor Rigby” de Los Beatles y algunos clásicos de "Yes" que hicieron bailar a los cuarentones que permanecían sentados en el fondo del anfiteatro.



Saliendo del concierto. Anfiteatro del Sambil, 23 de septiembre de 2000

Luego de un receso, la banda volvió. Wakeman esta vez venía ataviado con una capa blanca, quizás la misma que utilizó hace veinticinco años en “Viaje el Centro de la Tierra”. Memorable estuvo el diálogo musical entre  Wakeman y su hijo Adam en el tema. “Merlin the Magician”. Los extrovertidos Ant Glyne y Damian Wilson, el guitarrista y vocalista respectivamente se mezclaron con el público en cierto momento del concierto y en el bonus track demandado por los espectadores, invitaron a todas las muchachas de protocolo a bailar en la tarima. Terminado el concierto, los músicos estuvieron firmando programas y discos. La banda, exceptuando a Wakeman,  quien está delicado de salud y tiene que acostarse temprano, compartió una mesa con sus fans en el local TOPS. Luego, en vista de la negativa de los mesoneros del local de atenderlos bien, se fueron a “The Fly”, donde dieron un mini-concierto (Gustavo Cerati también tocó allí gratis cuando vino a finales del año pasado)  que duró aproximadamente hasta las seis y media de la mañana, hora a la que cada quien decidió irse a su casa esperando que la misma experiencia se repita con el grupo sueco de rock progresivo “The Flower Kings”, que viene, si Dios quiere, el sábado 9 de diciembre de este año.

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