lunes, 18 de abril de 2011

Texto perdido sobre Enrique Bunbury


De hace diez años, cuando escribía para un boletín que sólo sacó cuatro números.

A Enrique

     El artista entró al  estudio poco después de que el presentador del programa anunciara su aparición. Se tenía mucho tiempo sin saber de él, a pesar de que ya había sacado dos discos en solitario. El primero había sido dos o tres años antes de éste. No había contado con el apoyo de los críticos y  él mismo reconocía que se la había pasado un poco la mano mezclando los ritmos. El segundo disco todavía no lo entendía, me parecía que el hombre se estaba poniendo un poco anacrónico. Del lirismo puro había pasado  a una forma que definía como “más directa” de decir las cosas. Otro artista, que casualmente también había nacido en el mismo país había dicho que la poesía era la forma de hablar del joven, la narrativa la del adulto y la crónica la del viejo. En ese momento, no me acordé.

No sé cuando entró, deben haberse ido a comerciales. Lo vi después sentado en una silla, intentando ver donde metía las largas piernas. Estaba de gira, acababa de llegar y se le veía cansado. Supuestamente venía de incógnito, pero en el estudio había cinco fans. Quería hablar del nuevo album, pero no lo dejaron. Las preguntas se centraron en lo que había hecho antes, con el grupo. “Tenía tantos años cuando escribí tal canción”, siempre decía, aún estando con el grupo “Y no vale la pena interpretarla ahora porque no soy la misma persona que la escribió”, recalcaba. Todos preguntaban siempre que cuando se iban a reunir, pero él no quería “por diferencias personales”. Los discos en solitario no se habían vendido tan bien como los del grupo-, alegaban a cada rato los diarios de todo el mundo como una excusa más que hacía posible ésa reunión tan indeseada.  Ellos estaban felices, en sus casas, haciendo una vida más retirada y tranquila, habían tenido hijos, incluso. Era él el que se seguía trasnochando, el que seguía comiendo mal en los aviones y dando entrevistas sin sentido. Un muchacho le pregunta si él necesita otro baterista y el artista se pone rojo, esconde la mirada detrás de los lentes oscuros y dice que no sabe mientras el presentador  trata ahora de salvar la situación preguntando (ahora sí) “¿Qué nuevos proyectos tienes en mente?".

Publicidad otra vez. De repente ya no lo veo. Se ha ido. Se ha ido, también los fans. Queda sólo el presentador con su acento de otra parte “Pobre tipo, se ha tenido que ir del estudio, Por allá le estaban jalando la ropa y una de las muchachas le ha caído a besos.”
 
 Son las doce de la noche. Apago el televisor. Mañana no tengo clases. No duermo, doy vueltas en la cama. Me quedo pensando en si le habré hecho sentir así de mal a alguna persona, protegiéndome detrás del escudo de la admiración, no dejándolo avanzar, haciendo que sólo sea la mitad de lo que puede ser.

sábado, 9 de abril de 2011

Crónica de una muerte anunciada o el cierre de la librería "Estudios" en La Castellana

Me había propuesto ser seria con la redacción de este blog y me estoy dando cuenta que esta semana no puedo. Claro, también depende de lo que se entienda por seriedad, ¿no? Mi reciente y accidentada visita Caracas me dejó en un estado de bruma, con una serie de sentimientos encontrados a los que todavía no sé darles un nombre. Esta semana pasaron dos cosas que me crearon más incertidumbre: el apagón de este jueves (del que me salvé por cuatro días) y el anuncio ayer viernes del inminente cierre de la librería Estudios en La Castellana, programado para este 29 de abril.

"¿Quién me habrá robado el mes de abril?"

Cuando inauguré este espacio decidí bautizarlo como "Talk a lot" debido a mi aficción a hablar extensamente de ciertos temas. Debo varias entradas que están en construcción, pero hoy sólo tengo palabras para Estudios.

Hace dos meses, justo al cerrar Lectura, Javier Marichal nos advirtió en facebook que había otras librerías sosteniéndose como podían. Estoy segura de que a raíz de eso se prendió una alarma en las cabezas de muchos, al tiempo que rogábamos que no se materializara lo inevitable. Las razones del cierre de Estudios son conocidas, no voy a ahondar en ellas, prefiero que la carta que publicó el Señor Marichal ayer en la tarde en su perfil de facebook hable por sí sola.

No me dio tiempo de visitar la librería en mi breve estancia en Caracas, lo cual lamento profundamente. Este cierre me afectó más que el de Lectura porque fue personal, tenía diez años siendo cliente intermitente. Allí encontré verdaderas joyas, como los libros de la Editorial Equinoccio -en una época en que su distribución no era tan masiva- y las Obras Completas de Carson McCullers. Además, siempre recordaré la amabilidad del Señor Marichal. Le deseo lo mejor en su nuevo camino, sea cual sea.


Sin más que agregar, les dejo sus palabras.

A los amigos de Estudios

Son estas letras para cerrar un ciclo. A partir del 29 de Abril Estudios La Castellana dejará de prestar servicios.

Públicas razones la andadura del país, que ha tornado en cruda mercancía todo proyecto, anteponiendo el frío cálculo de renta y supervivencia a toda misión social y cultural, dando morada en cada uno de nosotros al policía interior en perfecta, perversa operación de auto-censura. El Poder no necesita al comisario ni a miles de funcionarios en oscuras oficinas, rastreando en toneladas de papel toda desviación del canon oficial; para eso está CADIVI y la Resolución Nº 38.882 que elimina al libro de los rubros prioritarios, bloqueando con ello el acceso democrático y de bajo costo a la bibliodiversidad. Si no logramos transformar esta realidad, las librerías seguirán cayendo y con ellas nuestro contacto con soportes de liberación.

Más que espacio físico y comercial, en la librería nos hemos reconocido durante 13 años en una comunidad espiritual diversa, lugar de encuentro donde las diferencias han sido nutritiva dialéctica de la palabra -impresa y dialogada- que invita a la reflexión y al necesario debate de ideas, a la celebración del conocimiento y la belleza. La filosofía, la psicología profunda, el pensamiento político clásico y sobre todo contemporáneo (sin exclusiones), la gran novela, la poesía y las mejores editoriales infantiles (Ekaré, Playco, Camelia, Loguéz, Bárbara Fiore, Kókinos, A Buen Paso, FCE, Petra, etc.) han sido norte y bastimento, han tenido aquí su lar. 

Por ello las gracias, pues he crecido en ustedes.

Me separo de la empresa, pero espero puedan seguir encontrando allí las líneas bibliográficas y la atención a demandas especiales. Para futuros servicios de Distribuidora Estudios queda la sede de Altagracia en el Edif. Centro Valores, esquina de Luneta, detrás del Ministerio de Educación. Sus teléfonos (0212) 562 5818, 5103,6267 y 4049 o el Fax 561 8205 y sus correos: gerencia@distribuidoraestudios.com y
distribuidoraestudios@gmail.com.

Atentamente
Javier Marichal
Librero y amigo




El Señor Javier Marichal. Foto tomada de "Re-Lectura"
  

viernes, 8 de abril de 2011

Citas favoritas de "El Principito" (al que le estoy armando una entrada)

“No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.”

“Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.”


"...si me domesticas,tendremos necesidad uno del otro.Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo..."


"Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos."


"Eres responsable para siempre de aquello que has domesticado.


"Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo,que juzgar a los otros.Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio."


"Uno se expone a llorar un poco, si se ha dejado domesticar..."


"Lo esencial es invisible a los ojos"