Ese día llovió, así que pensé que iba a quedarme atascada en el tráfico para siempre. Pero llegué a tiempo y menos mal porque la presentación empezó puntual. El Auditorio esta vez no se llenó, pudo haber sido por dos cosas: primero, que no se le hizo suficiente promoción al concierto, yo me enteré por casualidad por una pancarta mal pegada en Reforma. Segundo -mera especulación- el rock progresivo no tiene mucho público aquí tampoco. Éste, tal y como me lo esperaba, estaba formado en su mayoría por cuarentones y cincuentones. Algunos se llevaron a sus hijos adolescentes. Al igual que ellos, portaban la camisa de alguna de las dos bandas.
Paseándome por otros continentes
A las 8:30 exactas se apagaron las luces y salió Asia: Geoff Downes, Steve Howe, Carl Palmer y John Weltton. "Wildest dreams", "Only time will tell" y "I believe" fueron los tres primeros temas que tocaron. El sonido impecable. La ejecución más que excelente, en especial la del guitarrista Steve Howe. No pude sentir menos que envidia al oírlo tocar.
Después de "Don"t cry" y "The smile has left your eyes" (la segunda logró sacarme unas lágrimas), el Auditorio en pleno se paró a aplaudir al grupo. "¿Cómo están? Muchas gracias, estamos muy contentos por estar aquí", saludó un emocionado Welton en un machucado español. Siguieron con los temas "Open your eyes" y "An extraordinary life".
El punto cúspide de la presentación fue cuando Palmer, el baterista (a quien había escuchado en otros proyectos gracias a los discos prestados por mi primo Juan Carlos Araujo), nos regaló un memorable solo de tres minutos. En un momento perdió una de las baquetas, pero logró continuar como si nada.
Con "Sole survivor" hicieron una salida en falso. Regresaron a petición tocando "Heat of the moment", tema que reconocí de inmediato y que debo confesar, nunca me ha gustado . Una hora en total estuvieron montados en el escenario.
Llegó la asertividad
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El grupo en 2010 |
Luego de una pausa en la que logré cenar algo y hasta recibí una llamada desde la universidad, llegó Yes. A las 10 pm aparecieron en escena Benoit David, Chris Squire, Alan White, Steve Howe y un hombre joven delgado y de melena rubia que destacaba entre los demás integrantes por su estatura. Me pareció extrañamente familiar y tardé un minuto reconocerlo. Por si acaso, le pregunté al señor que tenía al lado "¿Ése es Oliver?". Me respondió que sí, que ése era Oliver Wakeman, el hijo de Rick Wakeman, tecladista de la banda en sus inicios. "Es igualito a su papá", añadió. Su aparición fue una sorpresa para mí porque tenía entendido que había dejado de tocar con el grupo recientemente. Los recuerdos de la gira de Rick Wakeman en el año 2000 junto a su hijo menor Adam se agolparon en mi mente.
No fui la única nostálgica esa noche. Con "Parallels" buena parte de los asistentes se regresó a los años 70. Siguieron los temas "Tempus Fugit" "I´ve seen all good people" "Machine messiah" "Long distance runaround" y el clásico "Owner of a lonely heart"
Si la presentación de Howe con Asia me causó envidia, el solo de guitarra que se lanzó al interpretar "Yours is no disgrace" me hizo lamentar no haber agarrado una guitarra en años. "Starship Trouper" y "Roundabout" fueron el broche de oro para tres horas memorables. Agradecí la oportunidad de haber podido ir. Estoy segura además que de ahora en adelante la música de las dos bandas va a estar muy presente en mi vida.